Urielmania
“El Mundo de Uriel… Pero la voz de todos”
Hace algunos años trabajaba para una empresa gringa transnacional, cuyo nombre si lo lees al revés dice elcarO, me desempeñaba como un empleado más, aunque en esa empresa ante los clientes me daban el título rimbombante de Technical Account Manager (TAM), pero en realidad lo que hacía era entregar los servicios o proyectos que los clientes compraban a esta compañía.
Para el caso de la entrega de proyectos, utilizábamos la metodología tradicional de administración de proyectos, conocida como cascada o waterfall (en inglés). Iniciábamos con una reunión de arranque de proyecto, en donde por principio de cuentas se revisa el contrato. En el contrato se analizaba los alcances de trabajo, las responsabilidades de ambas partes, los tiempos de entrega, roles involucrados, recursos técnicos, hardware, software, requerimientos, requisitos, penalizaciones, etc, etc. Posteriormente se documenta una serie de fases que van desde los análisis, diseño, desarrollo, pruebas y entrega, sobre esta metodología no voy a entrar a detalles para no abusar del tiempo del lector. Nada más cabe aclarar que en mi caso todas esas fases se vaciaban en una herramienta Microsoft Project y que periódicamente le daba seguimiento a las actividades, reportaba a la gerencia del cliente los avances del proyecto o retrasos y cuando había retrasos se ponía interesante el asunto, porque no faltaban los sombrerazos por parte del cliente, cambios de alcance, escalaciones con tu jefe, ajustes a los planes de trabajo; esto significaba que tenías que entregar más allá del tiempo planeado y lo peor de todo era que el cliente hasta ese momento no había visto nada que le diera valor de lo que había comprado.
En alguna ocasión tenía una visita con cliente y curiosamente las oficinas del cliente se encontraban muy cerca de las oficinas de un amigo, mientras se acercaba la hora de la reunión, le pedí a mi amigo que me prestara uno de sus cubículos y empezar a realizar el análisis del contrato, alcances, etc. Mientras me encontraba en mi análisis sesudo yo observaba a mi amigo que en su oficina se encontraba con mucho material de papelería en su escritorio, flipcharts o rotafolios, post-it’s, marcadores, plumones de todo tipo, hojas de colores, masking tapes, reglas, tijeras, cutter, pegamento, etiquetas, etc.
Entre el análisis de mi contrato y observando lo que estaba haciendo mi amigo, me ganó la curiosidad las actividades de mi amigo. Estaba pegando lo flipcharts en la pared, tenía toda una pared llena de flipcharts y cada flipcharts lo dividía con la regla y le ponía letreros y en algunos otros tableros que ya había concluido existían post-it’s de diferentes colores y sobre los Post-it’s leyendas raras. El continuaba doblando hojas, recortando hojas, haciendo dibujos, coloreando, poniendo letreros como TODO, WIP, DONE, DoR, DoD, Roadmap, Backlog, Retrospective, Sprint, etc. Me acerco y le digo: ¿Ahora eres Cositas?. Para los que no conocen a Cositas, era un personaje que se dedicaba a realizar manualidades en la televisión y es por eso que le hice la broma a mi amigo preguntándole que si era Cositas.
Pues bien, mi amigo me comenta que estaba representando a través de tableros Kanban los artefactos de un marco de trabajo llamado Scrum, para el desarrollo de un producto. Desde mi lógica de metodología tradicional cascada o waterfall, lo que estaba realizando mi amigo, era gestionar un proyecto, como los que yo administraba. Se me hizo muy interesante el tema y a partir de ese momento inicié mi camino por el tema de la Agilidad.
Y a propósito del título ¿esto que tiene que ver con la Agilidad?. Tiene que ver mucho con la Agilidad y que nuevamente NO alcanzó el espacio para definir la Agilidad y que en los siguientes posts los estaremos tratando.
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