Urielmania

“El Mundo de Uriel… Pero la voz de todos”

No se a donde voy , pero espero no salir de ahí.

No sé cuántas veces me han visto escribir sobre que encontré el amor verdadero, (no sé cuántas más me quedará decirlo) que daré todo lo que tengo para que funcione y que ahora sí seré el príncipe azul que “salvará de todas sus penas a la princesa que está en peligro”. Lo cierto es que siempre me he dado un golpe de realidad al darme cuenta que la mayoría de princesas no quieren ser salvadas, y peor aun, que no puedes salvar a alguien si ni siquiera tú puedes salvarte… Hoy todavía quiero creer en el amor, es más, quiero tener mi cuento de hadas, de princesas y príncipes azules. Hace poco he podido reflexionar, gracias a una gran plática, que a veces puedes desear tanto algo que esto se vuelve tu peor pesadilla.

Mi buen amigo Arjona piensa al respecto (si ,dije Arjona, no me crucifiquen por que me gustan algunas letras de él): “…a veces por estar ocupado en el cielo no te acuerdas que en el suelo se vive mejor”, no te das cuenta, en efecto, que una relación no son las chispas, no son los cuentos de hadas, no son las cosas ‘chidas’ de la etapa de enamoramiento, esto es una fase nada más y a veces ni siquiera existe la misma.

Para tener una relación “seria” primero tenemos que entender que somos humanos: entender que todos tenemos defectos, demonios que viven con nosotros y que en general se vuelven nuestras maletas en la vida; las cuales tenemos que cargar en nuestro viaje (que si bien algunas de ellas las podemos quitar, la mayoría es imposible desechar)  debemos aceptar que seguirán ahí toda la vida. Por lo tanto, el “chiste” de una relación interpersonal (cualquiera que esta sea) es conocer tus maletas y sobre todo las de tu acompañante. No es, por supuesto, para reclamar o burlarte de ellas, menos aún, para asustarte al ver qué contienen, más bien para poder caminar a lado de ellas a veces cargando las tuyas y a veces las de la otra persona.

Hoy estoy más que convencido que un “amor verdadero” no es simplemente decirle a alguien que está bonita, si quiere ser tu novia ,que un día te vas a casar con ella; no es estar loco por alguien o pensar sólo en esa persona. Por el contrario un amor verdadero implica estar dispuesto a estar con esa persona en los buenos (pero sobre todo) en los malos momentos; un amor verdadero en realidad es conocer sus demonios y aún así decidir quedarse… Un “amor verdadero” no se crea mágicamente, por muy emocionante que esto sea, más bien se construye. 

Si bien todavía tengo mi lado romántico, por supuesto que deseo creer que mi cuento de hadas se cumplirá y ,en verdad, quiero estar de color de rosa, porque me gusta estar así, hoy más que nunca no quiero ser ese príncipe azul. No quiero solucionar los problemas de nadie, ni que solucionen los míos, (aunque si lo hacen no tengo problemas de aceptarlo).

 He decidido construir un puente que no sé a dónde me llevará. Lo cierto es que esta será de las primeras veces que no quiero descubrirlo solo. No quiero que alguien más lo descubra por mi: quiero descubrirlo, quiero conocer más acerca de mí en una relación; porque si bien también quiero hacer cosas solo, quiero que esta persona se encuentre ahí para contar con ella… sobre todo, quiero hacer más, quiero seguir este camino con todo lo que implique: distancia, celos, rutina, forma de ser, etc. Eso espero, y espero caminar con mis miedos en compañía, avanzar con mis fantasmas, mis demonios, con mis problemas existenciales, mis preocupaciones, mis nervios y sobre todo… con mi inseguridad.

Quiero, quiero, quiero: caminar a su lado y crecer como persona; saber mis errores y conocer los suyos; ver sus demonios y (si bien no puedo prometer que los puedo soportar) puedo prometer que espero intentarlo. Deseo que no se preocupe por mí, sino que nos preocupemos por ambos. Ansío que pueda resolver sus problemas; pero estar ahí para decirte que puede hacerlo, que confío en ella, confío en mí y quiero solucionar mis problemas , quiero que este ahí para ver más allá de lo que yo puedo, pero sobre todo, quiero encontrar dificultades para poder resolverlas tal como sé, apretando todos los botones.

Quiero encontrar alguien que se quede a mi lado, ya sea 6 meses o una vida entera, construyendo algo poco a poco, al final siempre dicen que lo divertido no está en el final, si no en el camino que recorres. Es cierto que a veces nos encontramos  preocupados en llegar al destino que olvidamos el trayecto, hoy por hoy estoy convencido que este camino será lo mejor que pueda pasarme.

Acerca del Autor