Urielmania

“El Mundo de Uriel… Pero la voz de todos”

Los Entonces

A veces nos creemos ignorados, desprotegidos, desamados, destinados a padecer y no ser felices jamás. Nos hacemos los solitarios, queremos convertirnos en piedra, arboles, tumbas y cruces. Le pedimos a la tierra que nos trague, a Dios que nos lleve y pensamos que nos está castigando; Nos culpamos y culpamos a los demás. Decimos que nos odian, entonces odiamos a los otros. Lloramos, reímos, gritamos palabrotas y luego oramos…

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Entonces, queremos realizar cambios, quemamos fotos y ropa de otros seres, las mismas fotos y la misma ropa que ayer homenajeamos colocándolas en el mejor cuadro y en el mejor estante, quemamos recuerdos, decimos que no queremos tener lo peor , pero a lo mejor  sepultamos lo mejor , al final quemamos todo el ayer y lo que queda de el, sin dar vuelta atras…

Entonces, llega el momento de salir en busca de más objetos y sobre todo de mas seres, pensamos o queremos creer que a ellos le  brindaremos lo mejor de nosotros, llega el momento de bajar de peso, de ir al psicólogo, de usar la ropa  y el cabello «juvenil», queremos dar lo mejor de nosotros al mundo, pero al final pensamos solo en nosotros, Llega el yoga, la noche, las luces. El resentimiento, el decir que ahora, con todos esos cambios, ¡Sí!, estamos mejor. Somos mejores, somos más jóvenes. Somos lo que queríamos ser!!!

Entonces, se nos aparece el espejo y vemos que la vida se esta acabando, es mas; Nos queremos morir, es el momento en que  te das cuentas que las arrugas y las canas no desaparecieron, la visión no está clara. La piel cuelga, los jóvenes verdaderamente jóvenes; se rieron cuando pasamos vestidos como ellos. Los libros de autoayuda no nos ayudaron, el yoga y Buda, Siddhartha, Gotama, y Nirvana, todo suena oriental y lindo, pero no rejuvenecimos, y nos sentimos con ganas de quemar todo y basta. Volvemos a buscar las cenizas de lo que destruimos. Pero las cenizas se las llevó el viento.

Entonces, llega el momento…

De seguir buscando nuevos seres y nuevas cosas para quemar y destruir…Menos mal que alguna lluvia racional y equilibrada nos extinguirá para siempre.

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