Urielmania

“El Mundo de Uriel… Pero la voz de todos”

¿Quién te va a querer como te quiere tu madre?

Si bien los padres son importantes en la educacion de un niño , la verdad es que aqui en Mexico la madre es  el pilar fundamental de la cultura, por tal motivo esta figura tan demeritada  pero a la vez superpoderosa tiene un fuerte vinculo en nuestra vida , al final con ella aprendiste y viviste muchas cosas:

Aprendiste que “no se dice qué, se dice mande”.

Probablemente una de las frases más repetidas por generaciones de madres mexicanas. Bien puede decirse en tono sutil, exigente o ser seguida de un coscorrón. Es responsable de una de las muletillas más arraigadas en nuestra cultura.

Sabes que tu buena conducta está siendo evaluada… por seres sobrenaturales.

Los Reyes Magos, Santa Claus, el ratón de los dientes y demás entes paranormales siempre están observándote, SIEMPRE. No importa si falta medio año para las fiestas de Navidad o si ya terminaste de mudar dientes. Y sí eso no fuera suficiente, siempre tenemos al Coco que, aunque nadie tiene muy claro qué o quién es, desquita su ira contra los niños que no se quieren ir a dormir.

Desarrollaste un miedo irracional al señor de la basura.

Por lo menos una vez tu mamá te ofreció como regalo al señor de la basura, o al señor del gas o a cualquier inocente prestador de servicios con la fabulosa frase “¿Verdad que usted se lleva a los niños que se portan mal?”, con el consecuente regocijo de dicho personaje que siempre responde afirmativamente. ¿Cuántas ofrendas de niños malcriados no recibirá el señor de la basura en su tránsito diario por la ciudad?

Aprendiste a definir tu casa por todo lo que no es.

Porque no es hotel, no es bar, no es restaurante (y te comes lo que hay) y no es un centro social. Después de todo “no te mandas solo”, “a esta casa me la respetas” y “ya harás lo que se te pegue la gana cuando tengas tu propia casa”… “y ya no quiero tener a tus amigos aquí todo el santo día ¿qué no los quieren en su casa?”

Aprendiste a curar miles de malestares con pocos recursos.

No hay mal que no sucumba ante el poder del té de manzanilla, el té de bugambilia, la sal de uvas, el bicarbonato, el árnica, el mezcal, el VapoRub, un hilito rojo o la combinación de dos, tres, o todos estos elementos. Si todo falla, siempre está el “cajón de las medicinas”.  

Sabes remedios para enfermedades que no entiendes.

Sabes que el mal de ojo se evita con una prenda roja o con un ojo de venado, el espanto se cura con una limpia y es muy posible que alguna de tus abuelas te haya curado de empacho jalándote endemoniadamente la piel de la espalda. Que qué es el mal de ojo… eso sí que es un misterio.

Aprendiste a valorar todos los sacrificios e historias que tu mamá hizo por ti para hacerte una persona de bien y de provecho.

Después de todo… “¿Quién te va a querer como te quiere tu madre?”

Lo vi en http://matadornetwork.com/

Acerca del Autor